domingo, 18 de octubre de 2009

HOLOCAUSTO

HOLOCAUSTO…

En Historia, se identifica desde mediados del siglo XX con el nombre de el Holocausto a lo que el estado nazi denominó, técnicamente, como solución final de la cuestión judía, esto es, el intento de aniquilar totalmente a la población judía de Europa.

FUNDAMENTOS HISTORICOS DEL HOLOCAUSTO
Tras la Primera Guerra Mundial, el Imperio Alemán (Deutsches Reich) se dotó de una Constitución que lo definía como una República, de ahí el nombre de República de Weimar con el que habitualmente se conoce a Alemania en el periodo que va de 1919 a 1933.
El uso de la palabra holocausto para referirse al genocidio de, aproximadamente, seis millones de judíos europeos durante la Segunda Guerra Mundial, se justifica a través de su referencia etimológica a algo quemado, pues tras el uso de la herramienta genocida más característica de la solución final, las cámaras de gas, los cuerpos de los asesinados eran incinerados en hornos crematorios.

CARACTERISTICAS DEL HOLOCAUSTO

ž Se calcula que murieron víctimas de este exterminio 6 millones de judíos, aparte de unos 800.000 gitanos, 4 millones de prisioneros de guerra soviéticos o víctimas de la ocupación, polacos e individuos calificados de asociales de varias nacionalidades (presos políticos, homosexuales, discapacitados físicos o psíquicos, delincuentes comunes, etc.).
TERRITORIO…

Para el año 2001 vivían en el mundo13,200,000 judíos, de los cuales 4.9 millones residían en Israel, mientras que los restantes 8.3 millones lo hacen en la diáspora; nombre dado por los judíos a la comunidad judía fuera de Israel.
La mayor concentración de población judía se encuentra en Israel. La mayor ciudad del mundo judío es el Gush Dan o el Gran Tel Aviv, con 2.5 millones, a la que siguen Nueva York, con 1.9 millones; Haifa con 655,000; Los Ángeles con 621,000; Jerusalén con 570,000 y el sudeste de Florida con 514,000 judíos.
En 1933, ya había en Alemania más de cuatrocientas asociaciones y entidades antisemitas, así como unas setecientas publicaciones periódicas antijudías [que, en buena parte], retrataba a los judíos no solo como una amenaza económica y política, sino también como un peligro para las mujeres alemanas y la pureza de la raza.
Los medios de opinión más respetables y conservadores deploraban la permisividad de costumbres, la cultura modernista y la actividad política radical de Berlín de los años veinte, que atribuían a la influencia judía y marxista.
Las zonas de mayor antisemitismo, y, por tanto, más receptivas a las ideas nazis al respecto, fueron Franconia, Hesse, Westfalia y algunas partes de Baviera.

SIONISMO...
El sionismo es un movimiento político internacional que propugnó desde sus inicios el restablecimiento de una patria para el pueblo judío en Eretz Israel, ("Tierra de Israel"). Dicho movimiento fue el promotor y responsable en gran medida de la fundación del moderno Estado de Israel.

Aunque sus orígenes son anteriores, el movimiento político laico actual fue establecido oficialmente por el periodista austro-húngaro Theodor Herzl a fines del siglo XIX. El movimiento tiene como objetivo fomentar la migración judía a la Tierra Prometida y fue exitoso en el establecimiento del Estado de Israel en 1948, siendo actualmente el único Estado judío del mundo.
El sionismo constituye una rama del fenómeno más amplio del nacionalismo moderno. Descrito como un "nacionalismo en la diáspora", el sionismo se autodefine como un movimiento de liberación nacional, cuyo objetivo es la libre determinación del pueblo judío.
Los objetivos del sionismo son:
1. La unidad del pueblo judío, su vínculo con su patria histórica (Eretz Israel) y la centralidad del estado de Israel y Jerusalén su capital, en la vida del pueblo.
2. Aliyá a Israel desde todos los países y su integración en la sociedad israelí.
3. El fortalecimiento de Israel como estado judío-sionista y democrático y su modelación como sociedad ejemplar, poseedora de un carácter moral y espiritual único, basada en el respeto mutuo del multifacético pueblo judío y en la visión profética que aspira a la paz y contribuye para la mejora del mundo.
4. La garantía del futuro y distinción del pueblo judío a través de la promoción de la educación judía, hebrea y sionista, el cultivo de los valores culturales y espirituales judíos, y la institución de la lengua hebrea como su idioma nacional.
5. El cultivo de la responsabilidad mutua judía, la defensa de los derechos de los judíos, tanto individuales como de nación, la representación de los intereses nacionales sionistas del pueblo judío y el combate a toda forma de expresión antisemita.
6. La población del país como expresión práctica de la realización sionista.

TIPOS DE SIONISMO
Alrededor de 1900 el principal rival para el sionismo entre los jóvenes judíos en Europa oriental fue el Movimiento Socialista. Muchos judíos fueron abandonando el judaísmo en favor del comunismo o en apoyo al Bundismo, un movimiento judío socialista que pedía la autonomía judía en Europa oriental y que el yiddish sea promovido como lengua oficial judía.
El Sionismo socialista se convirtió en la fuerza dominante en la vida política y económica del Yishuv durante el Mandato Británico - en parte como consecuencia de su papel en la organización de la vida económica judía a través de la Histadrut - y fue la ideología dominante de la clase política en Israel hasta la elecciones de 1977 cuando el partido Avodá fue derrotado.

Sionismo revisionista

• El Sionismo revisionista fue un grupo fundado y dirigido por Zeev Jabotinsky. Durante el Mandato Británico presionó a Gran Bretaña para permitir la inmigración judía en masas y para la formación de un ejército judío en el mandato.
• El revisionismo fue muy popular en Polonia pero carecían del apoyo necesario desde Eretz Israel. En 1935 la izquierda del revisionismo y la Organización Sionista formaron una alternativa, la Nueva Organización Sionista. Se reincorporó a la Organización Sionista Mundial en 1946.

Sionismo general
Sionismo general fue inicialmente el término empleado por los miembros de la Organización Sionista Mundial que no se habían unido a una facción determinada o algún partido específico, perteneciendo solamente a las organizaciones sionistas de sus respectivos países.

A medida que transcurrieron los años, los sionistas generales también crearon instituciones ideológicas y formaron la Organización de Sionistas Generales, establecida en 1922 como el partido de centro del movimiento sionista.
Los preceptos de los sionistas generales incluían un sionismo al estilo de Basilea, exento de posicionamientos ideológicos, es decir, con primacía del sionismo sobre cualquier interés clasista, partidista o personal.

Sionismo religioso

Impulsado principalmente por el Rabino Kalisher, une los ideales de crear un Estado judío con la religión. Su ideología se resume en una frase: "El Pueblo de Israel, en la Tierra de Israel, según la Torá de Israel". Es decir regir un Estado con bases religiosas y asentarse en toda la Tierra de Israel, como lo marcaba el reinado de Salomón. Hoy en día representan al Partido Nacional Religioso (Mafdal).

ANTISIONISMO
El sionismo no recibió en sus comienzos - fines de siglo XIX - el apoyo mayoritario de los judíos. En particular, no contó con las simpatías de la mayoría de los judíos de Europa occidental, que creyeron poder considerarse a sí mismos como ciudadanos con plenos derechos en sus respectivos países, tras los aires de emancipación y tolerancia que trajo consigo la Ilustración y el estado liberal decimonónico clásico.
La forma más exacerbada de oposición a las ideas sionistas se conoció como integracionismo (también llamado «asimilacionismo»), y afirmaba que el sionismo era análogo al antisemitismo, en la medida en que ambos niegan la condición de nacionales de un determinado país a los judíos. Una manifestación extrema de integracionismo es la conversión a la fe cristiana.
La oposición al sionismo existía también entre el movimiento Bundista en Europa oriental, que buscaba la autonomía cultural de los judíos en los países donde vivían; así como de la mayoría de los judíos ortodoxos. Entre estos últimos sigue habiendo algo de ambigüedad e inclusive hostilidad al sionismo.

El impacto emocional del Holocausto convenció definitivamente a numerosos judíos asimilados, socialistas y ortodoxos, refractarios con el sionismo, que quedaban en Europa.
Autores:
Jessica Valera Charles
Eduardo Lopez de Leon